Este libro, los refranes del abuelo comentados, pretende ser un homenaje a todos ellos por haber hecho perdurar la sabiduría popular a través de los años mediante los refranes. También es un modo de difundir el español a través de los refranes.
No pretende ser un libro de refranes más, ya que no están —ni de lejos— todos los que son, pero sí son todos los que están. La idea es presentar algunos de los refranes más populares y comentarlos desde la humilde opinión de quien escribe.
La otra pretensión de la obra es que los refranes de estos hombres perduren con los años y no caigan en el olvido.
Este no es un libro —ni pretende serlo— que considere propio, ya que muchos de los refranes son anónimos. Es un reconocimiento y pago para esos abuelos que tanto ofrecieron con sus enseñanzas y tan poco reclamaron. A todos ellos: gracias, mil gracias.
«Los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos ancianos».
Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes Saavedra)
Comentarios De Lectores
«Para no olvidar el legado de nuestros mayores. Esta segunda parte de libros de refranes, Los refranes del abuelo comentados, no me ha defraudado. Compré el primero y me gustó. Sencillo, ameno y una buena relación calidad – precio. Merece la pena». (Cliente Amazon)
«Para jóvenes y mayores. Letra grande y pequeño tamaño. Ideal para niños y/o abuelos». (José León)
«Muy recomendable. Se lee en un santiamén. Muy ameno». (Cliente Amazon)
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Extracto De Los Refranes Del Abuelo Comentados
- Antes que acabes, no te alabes. O respondiendo con otro refrán: «hombre prevenido, vale por dos». Evita lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo. Todo sea que te quedes boquiabierto y patidifuso ante el siempre caprichoso y enigmático destino.
- A lo hecho, pecho. ¡Cuidado! Salvo que lo que hayas hecho, esté mal hecho. Haz con tu vida lo que quieras, pero no molestes al prójimo. Respeta de la misma manera que deseas ser respetado. Entonces sí podrás sacar pecho con tus actos.
- A la vejez, se acorta el dormir y se alarga el gruñir. Cuánta sabiduría hay tras este refrán. ¿Verdad que conoces a más de una persona de edad avanzada muy gruñona? También sabrás que la gente mayor necesita menos horas de sueño, ¿no? Permanece alerta; si muestras alguno de estos síntomas… es que te haces mayor.
- Al mal que vive, el miedo le sigue. Si no tienes nada pendiente u oscuro, puedes dormir tranquilo. Eso sí, como andes metido en trapicheos turbios y acciones poco legales, lo tienes más complicado. Siempre vivirás con miedo.
- A mucho hablar, mucho errar. ¿Te suena la frase: calladito estás más guapo? Las posibilidades de meter la pata al hablar se reducen en la medida que declines hacerlo. Siendo parco en palabras disminuirás el riesgo que supone hablar en exceso. Yo todavía estoy en proceso de aprendizaje, lo reconozco.
- Agua corriente, no mata a la gente. La vida es actividad. Todo aquello estático está predestinado a perecer. El agua no es una excepción. Evita el estancamiento en tu quehacer diario y bebe agua (no olvides que es el principal componente del cuerpo humano).
- Amigo de muchos, amigo de ninguno. La amistad verdadera es una de las cosas más valiosas de este mundo. Si puedes contar con los dedos de una mano a los realmente amigos, puedes considerarte afortunado. El resto… son conocidos. O compinches de juerga. No te engañes.
- A otro perro con ese hueso. Muy utilizado por aquellas personas inclinadas a sospechar que les van a vender la moto. No creas todo lo que veas u oigas. En según qué ocasiones haz caso a la mitad, de la mitad, de la mitad. Existen personas profesionales del bulo.
- A la fuerza, ni los zapatos entran. Además de verdad. Me gusta mucho más la expresión «todo por amor, nada por fuerza». ¿Aún necesitamos más ejemplos para darnos cuenta que las personas opresoras no tienen cabida en este mundo? Más educación y menos leña, por favor.
- Ande yo caliente, ríase la gente. Y punto. Busca tu bienestar, sentirte cómodo y libre. Mientras no dañes al prójimo, vive tu vida. Y pasa olímpicamente de los comentarios. Hagas lo que hagas, siempre habrá alguien al que no le gusten tus decisiones y actos. Para esas personas, ajo y agua (a jorobarse y aguantarse).
- Acometer hace vencer. La vida es una lucha y la perseverancia es tu mayor baza para ganarla. No obstante, primero deberás tener determinación. Las personas cobardes no tienen posibilidad alguna. Planta cara a los problemas o, a todas luces, perderás la batalla.
- Al que de ajeno se viste, en la calle le desnudan. No alardees ni presumas de lo que no eres o tienes. La fantasía está bien, pero déjala en manos de Michael Ende o de J.R. Rowling. Las personas auténticas siempre podrán vivir con la cabeza bien alta. No pueden hablar del mismo modo los de ética turbia.
- Alcanza quien no cansa. Busca tus metas con tesón y ahínco, pero sin llegar a ser cansino. No existe nada peor que un plasta. Sé intenso y apasionado, pero sin pasarte. Recuerda: ¿brasas? Para la barbacoa.
- Alegría secreta, candela muerta. ¿Por qué será que los gozos se disfrutan más si se comparten? Puede ser, pero no comparto del todo este refrán. Puedes ser inmensamente feliz sin necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. Aunque reconozco que a muchas personas les gusta hacerlo. Como si quisieran decir: «¿ves lo feliz que soy y tú no?».
- Ama sois, ama, mientras el niño mama; desde que no mama, ni ama ni nada. Triste, muy triste, pero es ley de vida. Los hijos dependen de los padres cuando son pequeños y de adultos… viven su vida. Mientras hay dependencia, se mantiene el vínculo de dependencia. Lo triste radica en las personas que se desentienden totalmente de sus mayores y no les procuran amparo en la vejez.
- Aquel es tu amigo, que te quita de ruidos. No lo dudes ni un momento. La persona que, desinteresadamente, gasta tiempo, dinero y energía en ayudarte, sin pedir nada a cambio… es tu amigo (pero de los de verdad). Procura cuidarlos y corresponder con la misma moneda. Este tipo de gente es muy valiosa y no abunda. Por cierto: mil gracias, Blas y Vicente, hermanos.
- Amor loco, yo por vos y vos por otro. Y cruel. Pocas cosas dañan tanto a una persona como el amor no correspondido. La vida, te guste o no, es así. La felicidad absoluta no existe… y menos en el amor. Nadie puede obligar a ser amado. Va contra natura. El amor es libre y no entiende de reglas, leyes, ni yugos.
- Al cabo de cien años todos seremos calvos. Eso si seguimos vivos (cosa que veo bastante difícil). No tienes nada que hacer. Tras cien años de vida, tu testa lucirá absolutamente calva como la de una tortuga leopardo. Seas hombre o mujer, lo mismo da. La vida, el tiempo, no pasa en balde. Disfruta mientras puedas.
- Armas y dineros buenas manos quieren. ¿Sabes el peligro que tienen ambas cosas en malas manos? Sólo necesitas imaginarte a una persona loca con los bolsillos a rebosar de riqueza o armada hasta los dientes. ¿No se te pone la piel de gallina? Pues personajes de estos tenemos para dar y regalar en el mundo.
- Asno lerdo: tú dirás lo tuyo y lo ajeno. Por desgracia, abunda la gente que habla por no callar. Y esto conlleva errar más de lo deseado. Habla poco y bien; te evitarás y evitarás muchos disgustos.
- A poca barba, poca vergüenza. ¡Qué atrevida e ignorante es la juventud! Todos hemos pecado de resabidos en esta edad. Puedes ser rico, pobre, de clase media… Lo que nunca debes ser es una persona maleducada y desvergonzada. Y da igual la edad que tengas. El que recibe y promulga una buena educación lo hace desde la cuna.
- A boda ni bautizado, no acudas sin ser llamado. Estás situaciones me dan vergüenza ajena. ¿Qué narices pintas tú en una celebración, acto o acontecimiento al que no has sido invitado? Ya hay bastantes buitres en las montañas como para que comencemos a introducirlos en las ciudades.
- Al buen callar llaman Sancho. Emitir lo justo y necesario es de sabios. El resto puede provocar reacciones innecesarias. ¿Para qué arriesgarse entonces?
- Al amigo que no es cierto, con un ojo cerrado y el otro abierto. Cuídate de las personas que con una mano te arrebujan y con la otra te hunden el filo de la daga hasta la empuñadura. Falsos y corteses con sonrisa de hiena, intentando arrimarse al sol que más calienta y según convenga. Vomitivo.
- Al camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. No bajes la guardia. La vida no es un camino de rosas. Para alcanzar tus sueños, tus metas, debes trabajar, ser perseverante, usar tu talento y rodearte de aquellos que te complementan. Si eres más vago que la chaqueta de un guardia… olvida todo lo anterior. Lo tienes chungo.
- Antes que te cases, mira lo que haces. Las decisiones trascendentales debes analizarlas con lupa y contar hasta diez —hasta cien, si hace falta— para evitar descalabros de bulto. Más vale cometer muchos errores pequeños que uno grande. Y más si son de esos que no tienen vuelta atrás.
- Al mejor cazador se le va la liebre. Nadie en esta vida es perfecto. Y siempre habrá alguien mejor que tú o yo. ¿Sabes lo importante que es saber perder? Tanto o más que saber ganar. Prepárate para ambas cosas porque es seguro —sin remedio alguno— que las experimentarás.
- Al que al cielo escupe, en la cara le cae. No parece muy inteligente aventurarse en batallas perdidas de antemano. Sé inteligente y si no puedes con tu enemigo, únete a él.
- A mucha cortesía, mayor cuidado. Desconfía de las personas aduladoras en exceso. Ya sabes que los excesos son malos y en el equilibrio reside el sosiego. Además, ¿no te saturan las personas excesivamente pelotas?
- Al desdichado, poco le vale ser esforzado. La suerte cuenta… y mucho. Todos conocemos personas que salen de un problema y se meten en otro. Las personas gafadas, esas determinadas por el azar para el infortunio.
- A nadie le amarga un dulce. ¿Conoces a alguien que no le guste la buena vida? Seguramente; en el mundo hay de todo. Y personas raritas a patadas. No obstante, a la mayoría de la gente le gusta las cosas buenas y bonitas (si además son baratas, ni te cuento).
- A los osados, favorece la fortuna. El atrevimiento facilita alcanzar la gloria. ¿Quieres hacer realidad tus sueños? Lo primero es atreverse. Sin este primer paso, la fortuna te dará la espalda.
- Antes que conozcas, ni alabes ni cohondas. Evita realizar juicios antes de tiempo. No hay segundas oportunidades para una primera impresión. Y todos podemos equivocarnos. Fíjate, hay personas que comparten toda una vida y jamás llegan a conocerse del todo…
- Al hombre osado la fortuna le da la mano. Refrán primo hermano del anterior al anterior. Para alcanzar las mieles deberás salir a buscarlas. Acción-reacción; la base del movimiento. Y en la vida sucede lo mismo.
- Al loco y al aire, darles calle. Mantén a las personas desequilibradas fuera de tu vida (al menos, todo lo que sea posible). Cuanto más entres en contacto con ellas, más caótica será tu existencia. Hazme caso. Por desgracia, sé muy bien de lo que hablo.
- A la losa, tan presto va la vieja como la moza. Aquí todos vamos a palmar, que te quede claro. Si llega nuestra hora —que llegará—, se acabó el chollo. Conclusión: ¿hasta cuándo vas a desperdiciar tu tiempo en cosas que no quieres hacer? Haz con tu tiempo —con tu vida— lo que te dé la gana. Literal.
- A nadie le parecieron sus hijos feos. Aquí tenemos un problema. ¿La gente está ciega? Hay muchas personas poco agraciadas por el mundo. No todos pueden ser guapos y al contrario. Otra cosa muy distinta es que para los padres sus hijos sean los más guapos. Eso te lo compro como padre, pero no me lo creo ni yo.
- A la necesidad no hay ley. Bueno… tal vez la ley del viejo oeste americano. Las penurias son muy malas. Muchas personas toman decisiones difíciles ante situaciones límite. No comparto las decisiones, pero puedo llegar a entenderlas.
- A muerto marido, amigo venido. Es algo innato al ser humano. Tenemos una facilidad para cambiar de pareja o amigos… Analiza tu vida: ¿sigues con tu primer amor? ¿Sucede lo mismo con tus primeros amigos?
- A buenas obras pagan buenas palabras. Dicho de otro modo: «es de buen nacido ser agradecido». Esto es lo mínimo, ¿no?
- Al amigo, con su vicio. Dejémonos de tonterías. Aquí no valen medias tintas. ¿Te consideras una persona perfecta? Pues tus amigos tampoco lo son. Quiérelos con sus virtudes y defectos. Sin más.
- A río revuelto, ganancia de pescadores. Muy práctico para inversores y especuladores. Ante situaciones donde reina el desconcierto siempre hay gente avispada que sabe sacar partido.
- Al médico y al letrado, no le quieras engañado. Con algunas cosas no se juega. La salud y tu libertad están en lo más alto de la lista. Todo el mundo debería tener un médico y un abogado de confianza. Algunos problemas o disgustos serían evitables.
Y hasta aquí algunos de los refranes del abuelo comentados.